UN DIA DE NAVIDAD

Erase una vez, una niña llamada Lucia.

Tenia el pelo corto y los ojos negros como el carbón.

Desde pequeña había tenido de todo lo que pedía: juguetes, chucherías, etc....

En su habitación no había ni un solo libro, pues ella aborrecía la lectura.

En la víspera de navidad, su padre la regalo un libro.

Lucia desde ese día estaba furiosa y malhumorada. Cogió el libro y lo guardo en una caja de cartón. Además Lucia no sabía leer.

Al próximo año, su madre la dijo que sacara el libro y que ella la iba a enseñar a leer y ha apreciar la lectura. Poco a poco Lucia fue aprendiendo a leer. Ahora ella ya sabía leer y la encantaba. Leyó ese libro tantas veces que se lo acabo de sabiéndolo de memoria.

Cuando se hizo mayor, trabajo en la biblioteca municipal y todas las tardes leía cuentos a los niños. Cuentos como, "La Sirenita", "Pulgarcito", "El Patito Feo", etc...

Cada vez que leía los libros, se acordaba de ese día en que su padre en Navidad le regalo un libro y su madre la enseño a leer.

F I N

MISTERIO EN TENERIFE

MISTERIO EN TENERIFE

Érase una vez, una familia con dos niños gemelos.
Uno de ellos se llamaba Daniel y la otra, se llamaba Mónica. Los dos eran rubios y de ojos azules.
A los dos les gustaba mucho los animales.
Su sueño siempre había sido ir a la playa, pues en esos tiempos no era muy frecuente ir de vacaciones.
Un día, sus padres les reservaban una gran sorpresa. A su padre le habían regalado cuatro billetes para un viaje a Tenerife. Los dos niños se pusieron muy contentos.
Al día siguiente empezaron a prepararlo todo.
El padre y la madre hicieron una gran maleta con tolo lo necesario. Mónica metió en su mochila su juego preferido, que eran las tabas. Daniel metió en su mochila lo mismo que Mónica, pero añadió su tirachinas.
Al poco tiempo estaban preparados para el viaje. Un autobús con muchos pasajeros les esperaba en la parada próxima. Se montaron y legaron en el a una gran ciudad. Allí cogieron el avión que les llevo directos a Tenerife.
Cuando llegaron estaban muy contentos, pero un poco cansados, así que fueron al hotel, se lavaron los dientes y se fueron a la cama. Al día siguiente se levantaron temprano y fueron hacia la ventana, a lo lejos vieron una gran playa con sus aguas azuladas y su fina arena. Esta imagen los hizo ser los niños más afortunados, y pensaron que su sueño se había hecho realidad.
Después de comer fueron a la playa a bañarse. Allí pudieron observar a unos niños haciendo castillos en la arena. Se hicieron amigos de otros niños y se lo pasaron muy bien. Por la tarde, fueron de excursión al campo.
Al día siguiente fueron de acampada a un pueblecito al sur de Tenerife.
Allí Mónica y Juan (un amigo que habían conocido en el camping) fueron a investigar, y Daniel que era el más miedica se limito a ir a la playa. Al poco rato, Mónica fue corriendo hacia Daniel y le dijo que habían encontrado una caseta en un árbol y que fuese corriendo a verla. Cuando llegaron, Juan les estaba esperando. Allí, propusieron hacer su propio club. Mónica dijo que esa caseta podía tener un nombre y que podía se “la caseta de las fantasías”. Este nombre les gusto a todos, así que decidieron ponerle aquel nombre. Las tablas de madera estaban muy desgastadas, pero con un poco de suerte, encontrarían nuevas. Como los padres de Juan eran los dueños de un hotel, al día siguiente pudieron coger mantas, sillas y algunas cortinas, e incluso también una mesita plegable, y todo esto de un baúl viejo del desván. Los padres de Mónica y Juan le proporcionaron unos cuantos paquetes de galletas y unas pocas piezas de fruta. La caseta les quedo preciosa, Mónica que sabia muy bien coser y zurcir, remendó las cortinas y con un poco de tela hizo un mantel para la mesa.
A los niños les gusto la idea de tener su propia caseta.
Al día siguiente, Juan recorto un trozo de papel de un periódico, con la siguiente noticia:

Misterio: Unos ladrones han robado en la tienda de ordenadores. Unos expertos investigan el caso, pues han robado más de 12 ordenadores. Si les encuentran, llamen al teléfono 090022578 – gracias.

Juan propuso a los dos hermanos investigar el caso por su cuenta. Se reunieron el la cabaña e investigaron la noticia.
Se Fijaron en las dos fotos que venían de los dos sujetos. Uno era calvo de ojos azules y con un gran bigote, el otro era de cara a alargada, pelirrojo y ojos marrones.
Por la tarde Mónica y Daniel fueron con sus padres a una juguetería, Vieron a dos hombre que les llamaron la atención. Enseguida recordaron a los dos sujetos de la fotografía.
Pocos días mas tarde, Juan tuvo que ir a comprar unas entradas para el cine. Fue en patines. En la taquilla, vio a dos hombres que estaban robando, eran los de la fotografía, tropezó con ellos y se cayeron al suelo. Juan tuvo suerte, pues cerca pasaba un policía. Juan le llamo y el policía detuvo a los dos hombres.
A la semana siguiente, Mónica y Daniel se fueron a sus casas.
Les dio mucha pena despedirse de Juan, pero pensaron que esas habían sido las mejores vacaciones que habían podido tener.
Quizas otro año vuelvan a encontrarse....

f i n